
Los miembros de la FAPE tienen precios exclusivos en alojamiento y descuentos especiales en actividades alternativas en las instalaciones de los hoteles de la cadena.
Consideran que las prácticas de estudiantes de Filología o Humanidades abren las puertas al intrusismo y van en contra de la misma Ley que ha propiciado la creación del Colegio profesional andaluz.